Un iracundo mototaxista le quitó la vida de certeras puñaladas en el tórax a su conviviviente delante de su hijo de nueve años. Es el cuarto feminicidio que ocurre en lo que va del año, en la región Piura.
Pese a su corta edad, un niño de 9 años vive un drama, luego de ver a su padre atacar a cuchilladas a su madre hasta quitarle la vida. El menor nada pudo hacer para evitar la tragedia ante la ira de su progenitor, quien tras discutir con Liliana Isabel Silva Ochoa (30) la atacó con un filudo cuchillo.
La madre trató de defenderse, pero la furia de Juan Alberto Ancajima Purizaca (31) era incontrolable, ya que la hirió en los brazos y finalmente cerca del corazón dejándola tirada en medio de un charco, luego bloqueó la puerta para no dejar ingresar a su cuñado, quien reside al costado de la vivienda.
El feminicidio ocurrió cerca de las nueve de la noche del jueves en la vivienda, donde funciona una pequeña cebichería, ubicada en la calle Ciro Alegría, Mz B, lote 14 con la avenida Parvial, en el asentamiento 17 de Enero, por el sector ‘La Selva’ de la Perla del Chira.
Según las investigaciones, Juan Ancajima, conductor de mototaxi, tras participar en una fiesta retornó en estado etílico a su casa. En ese momento, Liliana Isabel le increpó y reclamó por el dinero de la venta del día de su pequeña cebichería, lo que ocasionó la ira del sujeto quien tomó el cuchillo para agredirla.
Alberto Ancajima Purizaca (31) no tuvo reparo de acuchillar en los brazos y en el pecho a la madre de sus tres hijos. Sin importarle la presencia de su hijo mayor de nueve años, el confeso asesino sólo atinaba agarrarse la cabeza y exclamar “ya la maté”.
“HERMANO, AYUDAME…”
Los gritos desgarradores de la mujer pidiendo auxilio alertaron a su hermano y a su cuñado que viven al costado de su casa. Ellos intentaron ingresar a la vivienda, encontrando a Juan Alberto, nervioso, diciéndole a la mujer de su cuñado: “Mila ya fue, ya váyanse”, para no dejar ingresar a la casa al cuñado, ni a las vecinas.
Pero el cuñado y su esposa abrieron la puerta de calaminas encontrando a Liliana Isabel en el suelo en estado agónico.
Dos vecinas ingresaron para socorrerla, ya que la madre de familia respiraba con dificultad por la boca además tenía un corte largo y profundo en el pecho. Mientras que Juan Ancajima se agarraba la cabeza, a un lado de su conviviente que agonizaba.
dramático cuadro
Kelly Hernández, una de las vecinas, trasladó a la mujer herida en el mototaxi de su esposo para llevarla a la clínica Holguín.
La pareja de vecinos le hablaba a Liliana para que no se quede dormida. “Amiga no te mueras. China piensa en tus hijos”, exclamaron los moradores. En el trayecto a la clínica la mujer no resistió las graves lesiones y dejó de respirar.
De allí para adelante, todo fue dolor y angustia por lo acontecido en la vivienda de la familia Ancajima-Silva. Hasta el lugar llegó la Policía para iniciar las pesquisas del caso y esclarecer el móvil del asesinato, que vuelve a conmocionar a la población de Sullana.
Reclamo de mujer por el dinero fue el detonante
Cuando la mujer era auxiliada por los vecinos, Juan Ancajima increíblemente se sentó en el suelo y exclamaba: “ya lo hice”. Kelly Hernández Hernández indicó que cuando Juan ingresó a la casa, Liliana Silva se puso a revisar un cuaderno de ganancias, diciéndole a su pareja que habían ganado 150 soles por la venta de comida y cerveza.
Cuando ella le pide enséñame la plata, a lo que este le responde. ‘China’ pero hemos estado tomando, de dónde te voy a sacar la plata”.
Según Kelly Hernández, Liliana le increpó produciéndose una trifulca entre ambos. El hombre le indicó que no se metiera ya que era una discusión de pareja. Luego de aproximadamente 25 minutos, ella escuchó los gritos de Liliana llamando a César: “ayúdame hermano”.
Cuando ingresó a la casa encontró a César Silva Ochoa ayudando a su hermana, quien se encontraba agonizando.
Niños se ocultaron debajo de la mesa
Ingrid Córdova Chávez, vecina de la víctima mortal, declaró que ‘La China’, como era conocida Liliana, intentaba hablar y tenía los ojos blancos. “Yo grité y llegaron los vecinos. Los tres niños estaban escondidos bajo la (mesa de la) cocina. Yo los saqué para llevarlos donde su familia”.
PIDEN JUSTICIA
César Silva Ochoa, hermano de la víctima, pidió justicia para su hermana. “Son nueve años de discusiones. Mi hermana era trabajadora. Ella tenía aquí su pequeño negocio de venta de cebiche. No era para que me la mate de esta manera”, exclamó con la voz entrecortada por el llanto.
César Silva fue quien redujo a su cuñado Juan Ancajima cuando trató de fugar aprovechando que las vecinas trasladaban a Liliana Silva al nosocomio. Según los vecinos aseguran que las peleas eran constantes. Los primos y familiares piden justicia y que le caiga todo el peso de la ley al criminal.
Su prima D. S. C señaló que el lunes era el cumpleaños de Liliana.
“Me dijo, serrana ahí vamos a tomar. Ese hombre (Juan Ancajima) no le importan sus hijos. Queremos que se valla a la cárcel”, narró entre lágrimas.
Arrojó el cuchillo
Juan Ancajima aturdido por el alcohol y lo que había hecho arrojó el cuchillo en el mismo lugar donde atacó a su conviviente. Peritos de la Policía al llegar a la escena del crimen encontraron el cuchillo en el suelo en medio de un charco de sangre.
De igual manera procedieron a arrestar a Juan Ancajima, quien fue retenido por su cuñado César Silva para entregarlo a las autoridades. Los lugareños indicaron que dos horas antes la pareja y una amiga libaron licor, luego Juan Ancajima se retiró de la casa por unos minutos.
El mototaxista al retornar al predio discutió con su pareja, aconteciendo lo inesperado. Se dice que el homicida celaba a su conviviente por lo que siempre discutían de manera violenta en la vivienda. La Policía recoge más evidencias al respecto.