La anunciada presencia del fenómeno de El Niño Global a nuestra región ha puesto en zozobra no solo a la población, agricultura, comercio, construcción o salud, también a los hermanos pescadores de anchoveta, sobre todo de la bahía de Sechura y sus diversas caletas. Según explican los armadores pesqueros de las 500 embarcaciones industriales de madera, que pertenecen a la Ley 26920, la temperatura del mar ahuyenta a la masa del recurso, dejando sin pesca y sin trabajo a miles de tripulantes y a varios servicios indirectos como alimentación, mantenimiento, congelados y estibadores.
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En promedio, son 10 mil pescadores de anchoveta que se quedarán sin empleo y sin ingresos para subsistir en esta nueva crisis. Cabe mencionar que el problema es a nivel nacional y estaría generando pérdidas de al menos 300 millones de dólares en lo que va del año.
Medardo Vite Zeta, dirigente pesquero, manifestó que en la región, especificamente en Sechura, son 300 millones de soles los que se echarían a perder, si las autoridades no ayudan a reducir el impacto negativo que trae los fenómenos naturales.
“Son pescadores de Sechura mismo, Becará, Letirá, Parachique y Bayovar, los que sufrirán el embate de la naturaleza y la indiferencia del Estado”, advirtió.
TRISTEZA Y POBREZA
Por su parte, el dirigente de la base pesquera de Becará, Edgar Eca, describe la actual situación de los hermanos pescadores como triste y de angustia.
“La situación aquí en Becará, Vice, Sechura y Parachique es triste. Todo el sector esta paralizado. Transporte, los negocios de abarrotes no tienen salida. Nuestros hijos van a dejar de ir a las universidades porque no tenemos de donde pagar sus estudios, queremos el apoyo del Gobierno porque nosotros aportamos al erario nacional”, revela el dirigente.
Con la mirada optimista y con voz y pensamiento positivo, recordó que con el fenómeno de El Niño del año 1983, salieron a pescar, pero hoy, los informes de Senamhi indican que la temperatura de las aguas del mar están calientes, 3 grados por encima de lo normal y hasta en 100 metros de profundidad, llevando el recurso hidrobiológico mar adentro.
“Eso qué genera, más días de faena, más combustible, más alimento, más agua y a veces no se recupera lo invertido. La temporada de pesca al final del 2023 y 2024 estaría perdida, prácticamente”, indicó.