Avances en la investigación del asesinato del «panadero Rumiche» denota el ensañamiento de los sicarios contra el humilde trabajador. Como se recuerda, la noche del pasado miércoles, dos sicarios en motocicleta acabaron con la vida de Iván Rumiche Silva, disparándole diez veces a quemaropa, mientras conversaba con amigos a las afueras de la casa de su hermano.

Detalles del Crimen

Según testigos, Iván Rumiche, conocido cariñosamente como «Rumiche» en su barrio, estaba acompañado por cuatro amigos entre las 8: p.m., cuando dos motocicletas aparecieron repentinamente. Los acompañantes de las motos abrieron fuego sin piedad, dirigiendo todas sus balas al joven panadero. Sus amigos, en un intento desesperado por salvarse, se tiraron al suelo mientras los sicarios huían rápidamente en sus vehículos.

«Las balas se escuchaban y no paraban. Cuando salimos, vimos a un chico tirado, sin poder moverse», declaró una vecina de la zona.

El pánico se apoderó del lugar y, a pesar de los esfuerzos del Serenazgo y la Policía, quienes llegaron rápidamente al sitio, fue demasiado tarde para Rumiche. El joven, padre de dos menores, ya había fallecido.

¿Era víctima de extorsión?

Los familiares de Iván Rumiche no han confirmado si el joven había sido víctima de extorsión o si había recibido amenazas relacionadas con el pago de cupos, una problemática que no es ajena a la región. La Policía ha señalado a los medios locales que vienen realizando una profunda investigación para dar con las causas reales del asesinato y la brutalidad del ataque.

Deja a dos menores huerfános

La muerte de Iván Rumiche Silva no solo deja un vacío en su familia, especialmente en sus dos hijos menores, sino que también ha sacudido a toda la comunidad de Catacaos. La familia y comunidad exigen celeridad en las investigaciones y que el caso no quede impune.

Piden justicia

La comunidad de Catacaos ha alzado la voz, exigiendo al alcalde Jhony Cruz que tome medidas concretas para reforzar la seguridad en la zona.

Los residentes piden que se aumente la presencia policial y que los patrullajes del Serenazgo sean más efectivos, dejando de lado las actividades menos prioritarias, como las ferias gastronómicas, para centrarse en reestablecer la seguridad ciudadana.