De película. Momentos de terror y angustia vivieron varios trabajadores de un casino, luego de ser amenazados de muerte, para que entreguen más de cuarenta y cinco mil soles.
El asalto a mano armada, por parte de un solo delincuente, ocurrió a las 5:20 a.m. de ayer, cuando todo era tranquilidad en el casino Masaris, ubicado en la intersección de la avenida San Martín y la transversal Tarapacá, a pocos metros de la Municipalidad Provincial de Sullana.
Nadie sospechaba
Según versiones de los agraviados, el avezado hampón se hizo pasar como cliente para ir hasta el segundo piso del local y encañonar al operador de máquinas, Edson Javier Cueva Ruiz (23), quien se disponía a realizar el conteo del dinero.
No contento con eso, el peligroso bandido, cogió por el cuello a su víctima y lo obligó para que camine hasta la bóveda.
En este lugar se encontraba el supervisor de sala, César Augusto Bernaola Huamán (59), quien fue obligado a no oponer resistencia.
Los amarran
Ya dentro de la caja fuerte, en la cual se guardaba todo el dinero recaudado durante la semana, el asaltante pidió que ambos trabajadores se tiren al suelo y guardó los fajos de billetes en una mochila que encontró en el ambiente.
Ya con el control de la situación, le pidió a los rehenes que lo lleven hasta la habitación donde estaban los dispositivos DVR (que almacenan las imágenes de las cámaras de seguridad).
El criminal no dejó ningún detalle suelto e hizo que sus dos víctimas ingresen al departamento técnico.
Aquí, los amarró de pies y manos con precintos de seguridad y aseguró la puerta para que no lo pongan al descubierto.
Todo calculado
El maleante, quien vestía pantalón jeans, chompa negra y se encontraba con el rostro descubierto, también tenía las llaves de la puerta, que está situada en la parte posterior del casino.
Es así, que escapó con el jugoso botín y las pertenencias de los trabajadores, no sin antes realizar disparos al aire y evitar ser seguido por algún seguridad.
Según contaron algunos testigos, el atraco habría durado aproximadamente veinte minutos y fue dirigido por un hombre de contextura gruesa, de un metro setenta y con abundante acné en el rostro.
Tras este delincuencial hecho, en la ‘Perla del Chira’, se hicieron presente los agentes de la comisaría de la jurisdicción, quienes montaron un operativo por las zonas aledañas, pero con resultados negativos.