El Tercer Simulacro Nacional Multipeligro se realizó en Piura el pasado 5 de noviembre, donde se simuló un sismo de magnitud 8.0 en la costa norte del Perú. Este ensayo tuvo como epicentro una ubicación hipotética a 66 kilómetros al oeste de Pimentel, Lambayeque, generando un impacto devastador en Piura. Se estima que un terremoto de esta magnitud dejaría en la vida real a más de 50 mil personas damnificadas, 422 muertos, 98 mil afectados y millas de viviendas destruidas en la región.
¿Cuál fue el objetivo del simulacro en Piura?
Este ejercicio buscó reforzar la preparación tanto de las autoridades locales como de la ciudadanía ante un posible desastre natural de gran escala. Con la activación de alarmas y la implementación de planes de emergencia, el simulacro permitió que las instituciones, tanto públicas como privadas, se coordinaran para responder de forma oportuna y eficiente a una emergencia.
Impacto simulado del terremoto en Piura
Según los datos proporcionados por la Plataforma de Defensa Civil, el sismo en Piura provocó en el simulacro un total de:
- 50 mil damnificados en la región
- 98 mil personas afectadas
- 422 fallecidos
- 2020 heridos
- 349 desaparecidos
- Más de 9300 viviendas destruidas y 22 mil con daños.
Estas cifras subrayan la urgencia de contar con una población preparada y con infraestructura capaz de soportar desastres de esta magnitud, considerando la vulnerabilidad de la región.
¿Cuáles son los puntos críticos de Piura ante un sismo de gran magnitud?
En Piura, la Plataforma de Defensa Civil y el Grupo de Trabajo de Gestión del Riesgo de Desastres lideraron el simulacro. De esta manera se identificaron zonas de alto riesgo, incluyendo el centro comercial Real Plaza, un área muy concurrida en la ciudad. Allí se pusieron en marcha diversas acciones de emergencia para evaluar la capacidad de evacuación y respuesta de las personas en situaciones de emergencia.
Coordinación entre instituciones para un sismo de gran magnitud
Este simulacro también incluyó a entidades como INDECI, la Policía Nacional del Perú (PNP), el Ejército, la Fuerza Aérea del Perú (FAP), Bomberos, la Cruz Roja y la Fiscalía. Todos estos organismos se unieron en el puesto de comando para evaluar los resultados y las dificultades observadas durante el ejercicio. Así, se logró un conjunto de aprendizaje que permitirá mejorar la coordinación y reacción en caso de un desastre real.
Al concluir el simulacro, se realizó una reunión entre los representantes de la Plataforma de Defensa Civil y otras instituciones para analizar los logros y las áreas de mejora. Se observará que, aunque muchas personas acataron las instrucciones y evacuaron los puntos indicados, aún existe la necesidad de fomentar una mayor concientización y participación de la población para enfrentar eventos de esta magnitud.
El éxito de un simulacro de esta escalada no solo depende de las autoridades, sino también de la participación activa de la ciudadanía . En este sentido, la preparación incluye tanto a las instituciones del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SINAGERD) como a la comunidad en general, que debe conocer las rutas de evacuación, los puntos de reunión y las acciones básicas de primeros auxilios en caso de emergencia.