En medio del dolor y la consternación por la crueldad con que actuaron contra la pequeña Belén; fueron enterrados los restos de la infante, mientras a una sola voz sus familiares y vecinos exigían justicia.
Su abuela paterna, Ana Jiménez, exigió a las autoridades que la muerte de su nieta no quede en la impunidad como ha ocurrido con tantas muertes y que se castigue con todo el peso de la ley a los culpables del asesinato.
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Del mismo modo su abuela materna, Rosa Ávila, en diálogo con LA HORA, indicó que a pesar del doble dolor que está atravesando, si su hija Milagros es culpable debe de pagar sus culpas.
La madre de familia recibirá atención psicológica debido al lamentable momento que pasa.
“Me siento mal, me siento con mucha ira y quiero agarrarlo al hombre y matarlo con mis propias manos, porque eso no se le hace a una niña. Si ambos tienen la culpa que paguen así sea mi hija, porque esto no puede quedar impune”, dijo Rosa Ávila.
Prisión preventiva
Nueve meses de prisión preventiva solicitará el fiscal provincial Frank Malca Roque contra Milagros Yangua, madre de la menor, así como para Hilton Piñarreta, pareja sentimental de Yangua; ambos sindicados de ser los principales sospechosos del horrendo asesinato de la pequeña.
A la mujer se le investiga por el presunto delito de parricidio por las contradicciones constantes que tiene y a su conviviente por el presunto delito de homicidio calificado.
Niega los hechos
El detenido Hilton Piñarreta se defendió de las acusaciones, tras ser capturado en su centro de labores en el C.P. Mallares.
Según el intervenido, el lunes a las 11 de la noche llegó a su casa luego de trabajar y se fue a dormir, despertando en la madrugada y encontrando a su pareja con la menor ya fallecida entre sus brazos. Sin embargo, con el transcurrir de las horas se conoció que el intervenido decidió someterse al silencio.
Siguen pesquisas
Se informó que una de las diligencias que se ha realizado, es que los sospechosos sean sometidos a un examen psicológico.
Además, se supo que se encontraron gotas de sangre en tres lugares de la casa: en la sala, en el colchón y en el corral donde estaba ubicado el baño y donde la madre de la pequeña asegura que encontró a su conviviente con su pequeña hija en sus brazos sin vida.