Hace un año, LA HORA informó que los propietarios de viviendas ubicadas frente al estadio Campeones del 36, donde funciona el hospital de contingencia Virgen de Fátima, cerraron el lugar con sogas y colocaron carteles para impedir que los familiares de los pacientes Covid-19 se sienten en las verederas y puedan contagiarlos. Incluso, les tiraban agua con lejía.
Ahora la situación ha cambiado puesto que estas viviendas se han convertido en negocios que tienen gran acogida y dependen económicamente de los familiares de los pacientes. En ellas se pueden apreciar carteles donde ofrecem la venta de oxígeno, pañales y hasta medicamentos. Recientemente se empezaron a ofrecer cánulas de alto flujo, se instalaron sucursales de funeraria y locales donde se realizan fotocopias e impresiones, además se venden sábanas, batas.