La desesperación y la incertidumbre persisten en la región de Piura, donde los familiares de los cuatro pescadores del Ángel de Luz II continúan buscando respuestas sobre la desaparición de sus seres queridos. Los hombres de mar fueron vistos por última vez en el mar de Máncora, en el distrito de Talara, tras enfrentar condiciones adversas debido a un fuerte oleaje.
El impacto del oleaje anómalo en la zona
El 27 de diciembre, un oleaje anómalo afectó las caletas y desembarcaderos de la costa norte peruana, especialmente en Máncora, Cancas, Canoas y Zorritos. Este fenómeno generó grandes olas que golpearon con fuerza las costas, causando daños significativos a las embarcaciones y afectando la actividad pesquera en la zona. Las autoridades y comunidades locales han trabajado para mitigar las consecuencias de este evento, pero la situación sigue siendo crítica para muchas familias.
Daños materiales y búsqueda sin descanso
En la caleta El Ñuro, en Talara, se registraron daños graves a varias embarcaciones, y la comunidad pesquera ha expresado su frustración debido a la falta de respuestas rápidas. Los afectados señalaron que aunque se les prometió que la situación se resolvería de inmediato, hasta el momento no han recibido la asistencia necesaria. Además, la búsqueda de los pescadores desaparecidos continúa sin descanso, con familiares que no pierden la esperanza de encontrarlos con vida.
Mientras tanto, otros sectores del litoral norte, como restaurantes y hoteles de la zona, también han tenido que tomar medidas preventivas colocando sacos de arena en el frente de sus establecimientos para contener los efectos del oleaje anómalo. El evento ha dejado una huella de preocupación en la región, y la comunidad continúa esperando soluciones tanto para los daños materiales como para la desaparición de los pescadores.
Las autoridades locales siguen coordinando esfuerzos con la policía y la marina para intensificar las labores de rescate y dar con el paradero de los pescadores desaparecidos.