Durante el segundo semestre de 2024, la pobreza en Argentina experimentó una notable disminución, alcanzando al 38,1% de la población, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Esta cifra representa una caída de 14,8 puntos porcentuales en comparación con el primer semestre del mismo año, cuando la pobreza se situó en el 52,9%.
La indigencia también mostró una mejora significativa, reduciéndose al 8,2% de la población, en contraste con el 18,1% registrado en el semestre anterior.
Esta tendencia positiva se atribuye principalmente a la reducción de la inflación, que pasó del 211% en 2023 al 118% en 2024. El presidente Javier Milei destacó que la disminución de la inflación es uno de los logros más importantes de su gobierno.
Sin embargo, es importante señalar que las políticas implementadas, que incluyeron ajustes fiscales y reducción del gasto público, tuvieron efectos mixtos. Mientras que la inflación disminuyó, estas medidas también provocaron un aumento en el desempleo y una contracción económica del 1,8% en 2024.
Además, organizaciones sociales y líderes comunitarios han expresado preocupación por el impacto de estas políticas en los sectores más vulnerables. Por ejemplo, el sacerdote Lorenzo de Vedia mencionó que muchos habitantes de barrios populares lamentan haber apoyado al presidente Milei debido a las dificultades económicas que enfrentan actualmente.
En resumen, aunque las estadísticas oficiales reflejan una mejora en los indicadores de pobreza e indigencia, es crucial considerar el contexto más amplio de las políticas económicas implementadas y sus repercusiones en la vida cotidiana de los ciudadanos