El 12 de febrero, una joven madre de 20 años fue arrestada en Ponta Grossa, estado de Paraná, Brasil, luego de que un video de seguridad grabara el abuso físico contra su hija de tan solo 3 años. El incidente ocurrió cuando la madre golpeó a la niña por haber perdido su chupete, una acción que ha generado repudio en la comunidad y entre defensores de los derechos de los niños.

El video que reveló el abuso

El abuso fue registrado por una cámara de seguridad ubicada en la casa de una vecina, cuya grabación fue clave para que las autoridades pudieran intervenir. En el video, se escucha a la madre gritar frases amenazantes como: “Vas a seguir recibiendo golpes míos” y “vas a aprender a cuidar las cosas”, mientras la niña, visiblemente asustada y llorando, sufre las agresiones físicas. Según la policía, las bofetadas y los gritos eran evidentes en la grabación, lo que permitió a las autoridades confirmar el delito de malos tratos contra la menor.

Confesión de la madre y las consecuencias legales

Tras ser detenida, la joven madre confesó haber golpeado a su hija con la intención de «educarla», ya que, según su declaración, no era la primera vez que la niña perdía su chupete. Sin embargo, la violencia utilizada, especialmente considerando la corta edad de la niña, es un claro ejemplo de castigo físico prohibido por la ley brasileña. La delegada del caso, Ana Paula Cunha Carvalho, subrayó que los métodos de disciplina utilizados por la madre constituyen un delito de malos tratos, y afirmó que se tomarían las medidas necesarias.

A pesar de la gravedad de los hechos, la madre fue liberada tras pagar una fianza. El incidente pone de relieve la importancia de proteger los derechos de los niños y evitar el uso de castigos físicos como forma de disciplina.

Protección infantil en Brasil

Brasil cuenta con estrictas leyes para proteger a los niños contra el abuso físico. El artículo 18 del Estatuto del Niño y del Adolescente establece que los menores tienen derecho a ser educados sin el uso de castigos crueles, degradantes o físicos. En casos similares, como el de un tío que golpeó a su sobrina con fines de corrección, la ley establece penas de prisión o multas, destacando la seriedad con la que se deben tratar estos casos de violencia infantil.