La Administración Estatal de Regulación del Mercado (SAMR) de China anunció una investigación antimonopolio contra Google, escalando las tensiones comerciales con Estados Unidos y abriendo un nuevo frente en la batalla tecnológica entre ambas potencias. La pesquisa se centrará en el presunto abuso de posición dominante de Google en el mercado de sistemas operativos móviles y publicidad digital.
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A pesar de que Google no opera directamente en China continental desde su salida en 2010, la compañía mantiene relaciones comerciales con fabricantes chinos de smartphones y desarrolladores de aplicaciones. La investigación analizará tres aspectos principales: las políticas de Google para el sistema operativo Android, sus prácticas publicitarias globales y su influencia en el mercado de aplicaciones para celulares. Reguladores chinos argumentan que estas prácticas podrían afectar injustamente a las empresas chinas en mercados internacionales.
Represalias comerciales y otras empresas en la mira
El anuncio de la investigación contra Google forma parte de una respuesta más amplia de Pekín frente a las restricciones impuestas por Washington contra tecnológicas chinas. En este contexto, China ha incluido en su lista de «entidades no confiables» a PVH Group, propietaria de Calvin Klein y Tommy Hilfiger, y a la empresa de biotecnología Illumina, lo que podría derivar en limitaciones significativas para sus operaciones en el mercado chino.
Michael Chen, director de Asia Group, señaló en declaraciones a la agencia AP que «el gobierno chino está intensificando la presión sobre las compañías estadounidenses, castigándolas por las acciones de su gobierno y obligándolas a elegir un bando».
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Esta medida refuerza el clima de incertidumbre para las empresas tecnológicas que operan en mercados globales y podría redefinir la dinámica de competencia en el sector digital. Las reacciones de la comunidad empresarial y los próximos pasos de ambas potencias serán determinantes en la evolución de este conflicto