Durante 27 años, desde 1997, las montañas del sureste de Antioquia fueron testigos de la incansable búsqueda de Fernando Montoya, un campesino que perdió a su hijo Édison Ferney, de 18 años, a manos de los grupos armados. Hoy, casi tres décadas después, esa larga incertidumbre ha llegado a su fin.
«El dolor lleva muchos años dentro de mí (…) Hoy Dios me regaló una alegría inmensa: este reencuentro tan especial con mi querido hijo, para poder darle esa bendita sepultura que tanto anhelaba. Tenerlo ya en su casita, donde sé que nadie lo molestará», compartió Fernando emocionado en una entrevista con un medio internacional.
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La «casita» a la que hace referencia es una bóveda en el cementerio de Betulia, donde ahora reposan los restos de Édison Ferney, un joven al que Fernando enseñó desde pequeño a amar la tierra.
«Yo me puedo ir de este mundo cualquier día, y quedarás vos. Por eso, trabajá tu parcela, mi Dios te dará fuerzas, trabajala con dedicación y saldrás adelante», le decía Fernando a su hijo en sus años juntos.
Édison fue reclutado por grupos armados ilegales y, según la justicia penal militar, falleció en combates ocurridos en 2010 en la vereda El Tunal, municipio de Urrao. Sin embargo, su cuerpo no había sido identificado hasta ahora. Su familia, finalmente, le dio el último adiós, cerrando un capítulo que marcó sus vidas para siempre.
En Antioquia, la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas registra 24.457 casos de desaparición en el marco del conflicto armado. A nivel nacional, la cifra asciende a 124.734.
Nuevos hallazgos en La Escombrera
La búsqueda de restos humanos en La Escombrera, ubicada en la Comuna 13 de Medellín, sigue dando resultados. El 18 de diciembre se encontraron partes de dos posibles desaparecidos, y días después, otro hallazgo trajo esperanza a las víctimas y sus familias.
«El equipo forense de la Unidad de Búsqueda y de la JEP ha encontrado más estructuras óseas, pero aún no se confirma si corresponden a nuevos cuerpos o a los ya descubiertos días atrás», explicó Pablo Serna Gómez, coordinador regional de la Unidad de Búsqueda de Desaparecidos.
Según la Defensoría del Pueblo, La Escombrera debe ser priorizada por el Estado, ya que se estima que más de 500 casos de desaparición están relacionados con esta zona, muchos de ellos como resultado de la operación Orión en 2002.
«Estos hallazgos son una muestra de que el Estado puede y debe trabajar con las víctimas. Muchas organizaciones y familias llevan años diciendo que no estaban equivocadas, y este avance lo confirma. Lo que resulta anormal es la indiferencia de nuestra sociedad; lo que debe ser normal es que las instituciones sigan progresando como lo están haciendo», expresó Iris Martín Ortiz, defensora del Pueblo.
La Unidad de Búsqueda ha removido más de 40 mil metros cúbicos de tierra en La Escombrera. Se espera que en unas semanas alcancen el nivel del terreno correspondiente al año 2004, continuando con las investigaciones para esclarecer los casos de desaparición en este lugar.