Las autoridades surcoreanas consumaron este miércoles, tras una serie de intentos fallidos, la detención del destituido presidente Yoon Suk-yeol. El arresto se produjo a las 10:33 hora local (1:33 GMT), según informó la Oficina para los Casos de Corrupción de Altos Funcionarios (CIO) y confirmó la agencia de noticias Yonhap.
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Este hecho marca un precedente histórico, ya que es la primera vez que un presidente surcoreano en funciones es arrestado. La orden se ejecutó después de que el mandatario decidiera comparecer ante las autoridades anticorrupción para evitar un posible «derramamiento de sangre» tras intensos enfrentamientos entre manifestantes, servicios de seguridad y las autoridades.
Intentos previos de arresto y negociaciones
El operativo para la detención de Yoon comenzó en la madrugada de hoy. A las 5:20 hora local (20:20 GMT del martes), agentes de la CIO, acompañados por otras agencias estatales y la policía, llegaron a la residencia del expresidente en Yongsan, en el centro de Seúl. Su intención era ejecutar una orden pendiente desde principios de mes, la cual había enfrentado resistencias previas.
Los primeros intentos de acceso fueron bloqueados por una cadena humana formada por los servicios de seguridad presidencial y una barrera de vehículos que rodeaba el recinto. Durante horas, las autoridades intentaron negociar con los representantes del depuesto presidente. Finalmente, lograron ingresar al lugar utilizando escaleras y estableciendo contacto directo con el equipo legal de Yoon.
Mensaje de Yoon antes de su detención
Antes de ser arrestado, Yoon Suk-yeol envió un mensaje grabado desde su residencia en el que declaró: “He decidido comparecer ante las autoridades pese a esta investigación ilegal. Mi intención es evitar enfrentamientos violentos que puedan generar heridas o un potencial derramamiento de sangre”.
Horas después, se le vio entrando en la sede de la CIO para someterse a interrogatorios relacionados con las acusaciones en su contra. Entre los cargos que se le imputan está la declaración fugaz de la ley marcial en diciembre pasado, una medida que desató una fuerte controversia nacional e internacional.
Reacciones y tensiones en torno a la detención
El arresto de Yoon generó una amplia movilización de simpatizantes y detractores. Frente a su residencia, manifestantes a favor y en contra de su detención se congregaron desde primeras horas del día, lo que derivó en enfrentamientos y varios reportes de heridos. En respuesta, el equipo legal del expresidente emitió un comunicado indicando que la decisión de comparecer fue tomada para evitar que la situación escalara.
“El presidente ha decidido cooperar con las autoridades a pesar de las irregularidades en el proceso, priorizando la estabilidad del país y la seguridad de los ciudadanos”, señala el comunicado difundido por sus abogados.
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Contexto de la investigación
La CIO, junto a otras agencias estatales, está llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre el expresidente Yoon Suk-yeol por posibles abusos de poder durante su mandato. El caso principal gira en torno a su declaración de la ley marcial en diciembre pasado, un acto que provocó protestas masivas y una crisis política que culminó con su destitución.
Según las autoridades, estas acciones fueron llevadas a cabo para «proteger la democracia», pero han sido calificadas por críticos como un intento de concentrar poder y reprimir a la oposición. La investigación podría derivar en múltiples cargos por corrupción y abuso de autoridad.