En un giro sorprendente de los acontecimientos que mantuvieron en vilo a Colombia y al mundo del fútbol, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) liberó al padre de Luis Díaz, Luis Manuel Díaz. El secuestro, que tuvo lugar el 28 de octubre en La Guajira, generó una rápida movilización de las autoridades colombianas y la comunidad internacional.
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La incertidumbre sobre el paradero del señor Díaz creció exponencialmente cuando, tras una persecución, los secuestradores liberaron a la madre de Luis Díaz y se llevaron al padre con destino desconocido. Diversas versiones y especulaciones sobre traslados a Venezuela circularon, mientras el país esperaba noticias sobre la situación.
ELN acepta secuestro de Manuel Díaz
El 2 de noviembre, el ELN, en un comunicado sorprendente, aceptó su responsabilidad en el secuestro y aseguró que desconocían la participación de su facción en las negociaciones de paz con el Gobierno Nacional. Este anuncio desencadenó reacciones de repudio y condena tanto a nivel nacional como internacional.
La presión sobre el ELN se intensificó, con el ministro de Defensa, Iván Velásquez, advirtiendo sobre las consecuencias negativas que este acto podría tener en el proceso de paz. El presidente Gustavo Petro responsabilizó al grupo guerrillero por la vida del señor Díaz, expresando su profundo rechazo y preocupación por la evolución de los acontecimientos.
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Las instituciones colombianas, la iglesia católica y la Defensoría del Pueblo condenaron la falta de pruebas de supervivencia y la ausencia de comunicados oficiales por parte del ELN. Mientras tanto, en Inglaterra, Luis Díaz pasaba por momentos difíciles, y su técnico, Jürgen Klopp, indicó la delicadeza del tema.
En medio de este contexto tenso, el ELN anunció la liberación del padre de Luis Díaz. El comunicado, firmado por José Manuel Martínez Quiroz, comandante del ‘Frente de Guerra Norte’, explicó que el secuestro tenía fines de extorsión a familiares de la víctima. Al percatarse de la identidad de Luis Díaz, decidieron liberarlo, iniciando un proceso para evitar incidentes.
Este episodio ha dejado a la sociedad colombiana en vilo y ha generado interrogantes sobre el futuro del proceso de paz. La liberación del padre de Luis Díaz plantea desafíos y oportunidades para las negociaciones en curso, al tiempo que refuerza la importancia de abordar las problemáticas sociales y económicas que afectan a la región.