El expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, enfrenta un veredicto contundente en su contra tras ser declarado culpable por cargos de narcotráfico y posesión de armas por un jurado en Nueva York.

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Este fallo marca un hito en la historia judicial latinoamericana y coloca a Hernández en el centro de una trama corrupta y violenta relacionada con la importación masiva de cocaína a los Estados Unidos.

Enfrenta cadenas perpetuas

Tras poco más de dos semanas de un juicio intenso, el ex mandatario, quien gobernó Honduras desde 2014 hasta 2022, ahora enfrenta la posibilidad de múltiples cadenas perpetuas.

Aunque mantuvo una actitud estoica durante la lectura del veredicto, Hernández expresó su inocencia y afecto al abandonar la sala, dirigiéndose al público presente, incluyendo a sus familiares.

«Soy inocente. Les quiero mucho, díganselo al mundo», señaló.

La decisión del jurado desató una ola de celebraciones entre los hondureños congregados fuera del tribunal.

Los cargos en su contra incluyen conspiración para importar cocaína y uso de armas de fuego en relación con actividades de narcotráfico, delitos que pueden acarrear penas de hasta cadena perpetua.

Tráfico al extranjero

La Fiscalía estadounidense ha argumentado que Hernández estuvo involucrado en una red de corrupción y violencia que facilitaba la importación de grandes cantidades de cocaína a los Estados Unidos, aprovechando su influencia política desde al menos el año 2004.

Aunque no se presentaron pruebas irrefutables durante el juicio, el jurado fue persuadido por los testimonios de narcotraficantes que declararon en su contra en busca de beneficios legales.

Dato

• Este fallo histórico marca un precedente en la región, convirtiendo a Hernández en el mandatario de mayor rango en ser condenado por delitos de narcotráfico desde el caso de Manuel Antonio Noriega en 1992.