Un trágico accidente de tránsito ha sacudido a la capital guatemalteca luego de que un autobús de transporte extraurbano cayera por un barranco de aproximadamente 20 metros, dejando al menos 41 personas fallecidas y decenas de heridos.

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El siniestro ocurrió cuando el conductor del vehículo perdió el control al tomar una curva pronunciada, lo que provocó la caída del autobús al vacío. Según Carlos Hernández, vocero de los Bomberos Municipales, el vehículo quedó parcialmente sumergido en un río, lo que ha dificultado las labores de rescate en la zona de difícil acceso.

Equipos de emergencia han desplegado un amplio operativo para recuperar a las víctimas, utilizando herramientas hidráulicas para liberar a los pasajeros atrapados. Asimismo, pobladores del barrio Jesús de la Buena Esperanza han colaborado activamente en las tareas de evacuación, mientras los heridos están siendo trasladados a hospitales cercanos para recibir atención médica.

El portavoz de emergencias, Rafael Zúñiga, informó que hasta el momento se ha confirmado el fallecimiento de 41 personas, aunque la cifra podría aumentar conforme avancen las operaciones de búsqueda y rescate.

Ante la magnitud del desastre, el presidente de Guatemala, Bernardo Arévalo, ha decretado luto nacional en señal de duelo y solidaridad con las familias afectadas. «Expreso mi más profundo pesar a las familias de las víctimas. Su dolor es también nuestro dolor», declaró el mandatario.

Las autoridades han iniciado las investigaciones para determinar las causas exactas del accidente y evaluar posibles responsabilidades en la tragedia, mientras el país entero lamenta una de las peores catástrofes viales de los últimos años.