Este sábado, los bomberos de Corea del Sur movilizaron helicópteros para combatir los incendios forestales más devastadores que el país ha registrado, los cuales afectaron vastas áreas en el sureste. Los incendios se reavivaron en una ciudad de la región, según informó un portavoz oficial.
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Más de una docena de incendios han sido intensificados por los vientos fuertes y las condiciones secas, provocando la muerte de 30 personas y dejando decenas de heridos en el sureste, detalló un funcionario del Ministerio del Interior este sábado.
Los focos se reactivaron en Andong, una ciudad de la provincia de Gyeongsang del Norte, la más afectada, lo que llevó a las autoridades a enviar ocho helicópteros para controlar el fuego, informó un portavoz del Servicio Forestal de Corea a la AFP.
Este hecho ocurrió un día después de que se extinguiera el incendio principal en la provincia, en el cual fallecieron 26 de las 30 víctimas.
“Parece que las brasas que quedaban se han encendido nuevamente”, indicó el funcionario, quien también señaló que planean enviar más helicópteros a la zona de Andong.
Los incendios comenzaron el sábado pasado y se extendieron por varios días.
Destrucción de viviendas y bosques
Más de 2.900 viviendas en la región han sido arrasadas por las llamas, según los últimos datos. Además, un funcionario reveló que más de 35.000 hectáreas de bosque fueron consumidas por el fuego. El incendio también dañó varios lugares históricos, como el complejo del templo Gounsa en Uiseong, que data del siglo VII.
Este desastre se considera el mayor incendio forestal en la historia de Corea del Sur.
Un portavoz del gobierno provincial de Gyeongsang del Norte indicó que se siguen enviando helicópteros a Andong para controlar principalmente las pequeñas llamas y el humo.
“Debido a la extensión del área afectada, podría llevar tiempo completar todas las operaciones y apagar los incendios por completo”, comentó Do Gyu-myeong, funcionario provincial, a la AFP.
De acuerdo con el Servicio Forestal de Corea, la mayoría de las víctimas en la región son personas mayores.
Entre los fallecidos se encuentra un piloto de unos 70 años cuyo helicóptero se estrelló mientras intentaba combatir el incendio.
Las llamas han sido intensificadas por los vientos fuertes y las condiciones extremadamente secas, ya que la región ha registrado lluvias por debajo del promedio después de un año récord de altas temperaturas en 2024. El Ministerio del Interior explicó que los incendios fueron causados accidentalmente por un visitante de una tumba y por «chispas de una desbrozadora».
Lee Hye-young, una residente de 65 años de Andong, comentó que todavía está impactada por lo ocurrido. “Fue realmente aterrador ver cómo volaban las chispas por todas partes”, relató a la AFP.
