A pesar del incidente, el Papa continuó con su agenda de actividades, que incluía cinco audiencias, sin dificultades, aunque con el brazo vendado, como se puede ver en las imágenes proporcionadas por el Vaticano, como en el encuentro que tuvo con el grupo de sacerdotes argentinos de Roma.

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Este es el segundo accidente reciente del Papa, ya que el 7 de diciembre pasado sufrió otra caída, esta vez con un fuerte golpe en la barbilla, que le causó un hematoma visible. En esa ocasión, el pontífice se golpeó con una mesilla de noche, según explicó Matteo Bruni, director de la oficina de prensa de la Santa Sede. A pesar de ello, Francisco continuó con su agenda y participó en el consistorio en el que nombró a 21 nuevos cardenales, apareciendo con el notable moratón en su rostro.