Desde comienzos de año, se han registrado 18,737 casos de mpox, también conocido como viruela del mono, en África, de los cuales 1,200 se reportaron en la última semana, según informó la agencia de Salud de la Unión Africana el sábado. Africa CDC, la entidad encargada, señaló que se han confirmado 3,101 casos, mientras que 15,636 son sospechosos y 541 personas han fallecido debido a esta enfermedad en 12 países del continente.

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Casos sospechosos

Africa CDC destacó que en lo que va de 2024 se han reportado más casos que en todo 2023, cuando se registraron 14,838. La República Democrática del Congo (RDC), epicentro de la epidemia, ha notificado casi todos los casos, con 16,800 sospechosos o confirmados, según la misma fuente.

En lo que va de este año, más de 500 personas han fallecido por mpox en la RDC, un país con una población aproximada de 100 millones de habitantes.

En el vecino Burundi se registraron 173 casos (39 confirmados y 134 sospechosos), lo que representa un incremento del 75% en una semana.

África enfrenta la propagación de una nueva cepa del virus, detectada en la RDC en septiembre de 2023 y denominada «clado Ib», la cual es más letal y contagiosa que las anteriores.

Esta semana también se informaron los primeros casos de mpox fuera de África, específicamente en Suecia y Pakistán.

OMS declara en emergencia de salud pública internacional 

El resurgimiento de mpox llevó a la Organización Mundial de la Salud a declarar el miércoles una emergencia de salud pública de preocupación internacional, el más alto nivel de alerta.

La OMS ya había emitido una alerta similar en 2022, cuando una epidemia de viruela del mono, provocada por el «clado 2b», se extendió globalmente. La alerta fue levantada en mayo de 2023.

El mpox es una enfermedad viral que se transmite de animales a humanos y también a través del contacto físico cercano con una persona infectada.

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El «clado Ib» causa erupciones cutáneas en todo el cuerpo, a diferencia de las cepas anteriores, que se caracterizaban por erupciones y lesiones localizadas en la boca, cara o genitales.

Esta enfermedad fue identificada por primera vez en humanos en 1970 en lo que hoy es la República Democrática del Congo, con la propagación del subtipo «clado I», del cual la nueva variante es una mutación.