El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este lunes una orden ejecutiva que busca retirar nuevamente al país de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este anuncio, realizado desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, marca un intento por revivir una de las decisiones más controvertidas de su primer mandato (2017-2021).
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Críticas a la OMS y desigualdad en aportes
Durante el acto, Trump justificó la medida señalando una supuesta desigualdad en las contribuciones económicas entre Estados Unidos y China hacia la OMS. “Ellos estaban pagando 39 millones. Nosotros pagábamos 500 millones. Me parecía un poco injusto”, declaró.
El republicano recordó que ya había tomado esta decisión en 2020, pero no llegó a concretarse debido a la llegada de Joe Biden a la presidencia en enero de 2021. Según Trump, la OMS ofreció reducir la aportación estadounidense para garantizar el regreso del país al organismo, pero él rechazó la propuesta. “Deseaban mucho que volviéramos, así que veremos qué pasa ahora”, añadió.
Una repetición de la historia
En julio de 2020, Trump formalizó la salida de Estados Unidos de la OMS, argumentando una supuesta mala gestión del organismo ante la pandemia del COVID-19. La decisión desató una ola de críticas tanto a nivel nacional como internacional, con expertos señalando que la medida debilitaba la respuesta global ante la crisis sanitaria.
Sin embargo, el gobierno de Joe Biden revirtió esta acción apenas asumió el cargo, reafirmando el compromiso de Estados Unidos con la organización y su papel en la salud pública global.
¿Qué implicaciones tiene esta decisión?
De concretarse esta nueva orden ejecutiva, Estados Unidos podría enfrentarse nuevamente a cuestionamientos sobre su papel en la cooperación internacional. Además, la medida podría tener un impacto significativo en los recursos financieros de la OMS, que depende en gran medida de las contribuciones de sus Estados miembros, especialmente de países como Estados Unidos.
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Reacciones internacionales y posibles escenarios
Aunque aún es pronto para evaluar las repercusiones de esta decisión, los aliados internacionales y expertos en salud pública probablemente emitirán comentarios críticos. La retirada oficial podría demorar meses o incluso años, dependiendo de factores políticos y legales.
