Alex Flores y Fernando Nicho son dos estudiantes que no superan los 24 años y que salieron a marchar contra el gobierno de Manuel Merino.
Durante su participación en la segunda marcha nacional fueron reprimidos violentamente por la Policía Nacional del Perú. Ambos fueron heridos de gravedad en los ojos.
Alex grababa las protestas en la avenida Abancay cuando una bomba lacrimógena lanzada por la Policía le cayó en el ojo. “Es donde veo el proyectil del gas lacrimógeno llegando directamente a mi ojo, cuando me di cuenta estaba sangrando, los rescatistas de la Brigada se ahogaban mientras me llevaban”, indica.
Alex explica que el impacto de la bomba lacrimógena le causo una hemorragia y causó el desprendimiento de su retina. “Ha sido tal el impacto que me causó una hemorragia en el globo ocular”, agrega.
En el caso de Fernando, él se encontraba en la manifestación para desactivar las bombas que les disparaba la Policía Nacional del Perú porque la marcha era pacífica y su intención era proteger a las personas que estaban ahí. “El diagnóstico es grave, hay rotura en el ojo, es como si mi ojo fuera un limón, lo han aplastado”, comenta.Alex Flores y Fernando Nicho son dos estudiantes que no superan los 24 años y que salieron a marchar contra el gobierno de Manuel Merino.
Durante su participación en la segunda marcha nacional fueron reprimidos violentamente por la Policía Nacional del Perú. Ambos fueron heridos de gravedad en los ojos.
Alex grababa las protestas en la avenida Abancay cuando una bomba lacrimógena lanzada por la Policía le cayó en el ojo. “Es donde veo el proyectil del gas lacrimógeno llegando directamente a mi ojo, cuando me di cuenta estaba sangrando, los rescatistas de la Brigada se ahogaban mientras me llevaban”, indica.
Alex explica que el impacto de la bomba lacrimógena le causo una hemorragia y causó el desprendimiento de su retina. “Ha sido tal el impacto que me causó una hemorragia en el globo ocular”, agrega.
En el caso de Fernando, él se encontraba en la manifestación para desactivar las bombas que les disparaba la Policía Nacional del Perú porque la marcha era pacífica y su intención era proteger a las personas que estaban ahí. “El diagnóstico es grave, hay rotura en el ojo, es como si mi ojo fuera un limón, lo han aplastado”, comenta.