La crisis hídrica en Perú podría elevar el precio del limón en más del 500 %, alertó AGAP. También se verían afectados arroz, plátano y maíz.
La Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), a través de su presidente Gabriel Amaro, ha expresado su preocupación ante la grave crisis hídrica que afecta al país, especialmente en el norte. Según Amaro, esta crisis se ha vuelto “aguda” debido a la falta de acciones por parte de las autoridades, quienes no han invertido en la infraestructura de riego necesaria para garantizar el suministro de agua en regiones clave como Piura, uno de los principales centros de producción agrícola de Perú.
En esta región, con más de 580 mil hectáreas de cultivos que representan el sustento de cerca de 280 mil agricultores, la falta de agua amenaza con afectar directamente el precio del limón y de otros productos esenciales en la canasta básica peruana.
LEE MÁS ► La cuartilla de limón sube de un sol a cuatro soles
Impacto en el precio del limón: aumento de más del 500 % según AGAP
Uno de los productos que podría experimentar un aumento de precio significativo es el limón. Amaro indicó que, en circunstancias normales, el precio del kilo de limón ronda los 5 soles; sin embargo, debido a la crisis hídrica, este precio podría llegar a 26 soles por kilo, lo que representa un incremento de más del 500 % en el mercado nacional. Este aumento, de concretarse, tendría un impacto considerable en los consumidores y en toda la cadena de valor de productos que dependen del limón como insumo, desde la gastronomía hasta la industria alimentaria.
Falta de inversión y gestión en la región de Piura
Piura, como región productora de una gran variedad de cultivos, ha sido históricamente una zona de importancia estratégica para el abastecimiento interno. Sin embargo, la falta de inversión en infraestructura hídrica debilita su capacidad de respuesta ante sequías prolongadas o cambios en los patrones de precipitación.
El representante de AGAP señaló que esta crisis en Piura es producto de una insuficiencia en la infraestructura de riego en el norte peruano. Las autoridades no han implementado proyectos de almacenamiento y distribución de agua adecuados para contrarrestar los efectos del cambio climático y la disminución de lluvias en las principales zonas agrícolas. Esta situación ha llevado a que la producción de alimentos en regiones clave esté cada vez más expuesta a las variaciones climáticas, poniendo en riesgo la soberanía alimentaria del país.
Otros productos afectados: arroz, plátano y maíz también en riesgo
Además del limón, otros productos básicos como el arroz, el plátano y el maíz también están en riesgo debido a la escasez de agua. Estos alimentos, fundamentales en la dieta diaria de los peruanos, podrían experimentar incrementos en sus precios si la situación no mejora en los próximos meses. El dirigente de AGAP explicó que, de no implementarse soluciones a corto y mediano plazo, los precios de estos productos también podrían dispararse, lo que afectaría de manera directa la economía de los hogares peruanos.
Amaro hizo un llamado a las autoridades para que actúen con prontitud y desarrollen medidas que permitan garantizar un uso eficiente de los recursos hídricos y prevenir un escenario de escasez alimentaria en el futuro cercano. La planificación y ejecución de proyectos de infraestructura hídrica, como embalses y canales de riego, se vuelve esencial para enfrentar la crisis y proteger la seguridad alimentaria en el país.
¿Qué propone la AGAP para la crisis del agua en Piura?
Para mitigar los efectos de la crisis, Amaro sugirió que es fundamental invertir en la construcción de infraestructura de riego que permita almacenar agua durante las temporadas de lluvias y distribuirla de manera eficiente en periodos secos. Esto incluye la implementación de sistemas de riego tecnificados, que ayudarían a optimizar el uso del agua y reducir el desperdicio.
También se recomienda fomentar una gestión sostenible de los recursos hídricos, involucrando tanto a las autoridades locales como a las comunidades agrícolas. La colaboración entre el sector público y privado es clave para desarrollar soluciones que no solo respondan a las necesidades inmediatas, sino que también sean sostenibles a largo plazo.
