La región de Puno enfrenta su segundo día consecutivo de paro nacional, en una jornada marcada por bloqueos de carreteras y movilizaciones masivas en varias localidades. La protesta, que ha sido impulsada por organizaciones populares, busca exigir la derogatoria de la ley contra el crimen organizado, legislación que ha generado controversia y descontento en la población.
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Puno: Gremios se suman al paro
Diversas organizaciones populares, como gremios de transportistas, mototaxistas, trabajadores de mercados y docentes del sector público, se han unido a la protesta, lo que ha intensificado las manifestaciones en la región. Los pobladores de Puno también se han sumado, bloqueando vías y realizando marchas en puntos estratégicos, lo cual ha paralizado gran parte de las actividades cotidianas.
La ley contra el crimen organizado, que es el centro de las demandas de los manifestantes, ha sido considerada por muchos como una medida restrictiva que afecta a la población en general. Los organizadores del paro han señalado que las protestas continuarán hasta que el gobierno considere sus reclamos y evalúe la modificación o derogatoria de la ley.
Bloqueos de manifestantes afectan el tránsito en la región
El tránsito en Puno se ha visto gravemente afectado por los bloqueos de carreteras en diferentes puntos clave. Uno de los principales bloqueos se encuentra en el puente Ilave, que es una conexión importante hacia provincias del sur como Yunguyo y Chucuito Juli, así como hacia la frontera con Bolivia. Este bloqueo ha interrumpido la movilidad de personas y mercancías, generando preocupación tanto en la población local como en las autoridades.
Además del puente Ilave, se han registrado bloqueos en otras áreas estratégicas, como la provincia de Juliaca y en el puente Independencia en San Román, lo que ha complicado aún más la situación de transporte en toda la región. Las autoridades locales y nacionales han pedido calma a la población, pero hasta el momento no se ha logrado desbloquear estas vías.
Buscan diálogo con autoridades
Líderes y dirigentes de las organizaciones movilizadas han afirmado que las medidas de fuerza podrían continuar por varios días, aunque también han mencionado la posibilidad de levantar las protestas si se logran avances en sus demandas. En este contexto, los dirigentes han señalado que están abiertos al diálogo con el gobierno, siempre y cuando este se comprometa a revisar la normativa que ha motivado el paro.
Por ahora, la situación en Puno sigue siendo tensa y las movilizaciones demuestran la determinación de los pobladores por alcanzar una respuesta favorable a sus exigencias. Mientras tanto, se espera que el gobierno considere una posible modificación de la ley para aliviar las tensiones y restablecer la normalidad en la región.
