Rodrigo Salazar Gamarra es un destacado cirujano dentista peruano que ha logrado revolucionar el campo de la odontología con su innovador enfoque en la prótesis facial. Su trabajo, centrado en el desarrollo de prótesis faciales 3D accesibles, ha sido clave para ayudar a pacientes con desfiguraciones faciales, ofreciendo una nueva oportunidad para quienes sufren mutilaciones y accidentes que alteran su rostro. En este artículo, exploramos su trayectoria y cómo ha impactado el mundo de la odontología y la salud en América Latina y Brasil.
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¿Cómo nació la vocación de Rodrigo Salazar Gamarra?
Rodrigo Salazar Gamarra ha dedicado su vida a la medicina y la ayuda humanitaria. Desde una edad temprana, mostró una profunda vocación por el bienestar de los demás. De hecho, cuando tenía entre 8 y 10 años, ya se visualizaba como cirujano, comprometido con el propósito de aliviar el sufrimiento de los demás. Esta vocación se consolidó a lo largo de los años y, tras culminar sus estudios de estomatología, se especializó en el ámbito de la odontología y las prótesis faciales, enfrentando el desafío de brindar soluciones accesibles a personas que no podían costear tratamientos tradicionales.
El método de prótesis faciales 3D de bajo costo
Uno de los logros más importantes de Rodrigo Salazar Gamarra es la creación de un método innovador para la fabricación de prótesis faciales 3D a bajo costo. Este avance le ha permitido ayudar a pacientes con desfiguraciones faciales, muchas veces causadas por accidentes o enfermedades graves, como el cáncer. Su enfoque utiliza tecnologías accesibles, como impresoras 3D y software gratuito, para diseñar prótesis que se adapten perfectamente a las necesidades de cada paciente.
El impacto de su trabajo ha sido tan significativo que Salazar Gamarra fue reconocido como el ‘Innovador Humanitario para América Latina 2018’ por la MIT Technology Review, publicación del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Este reconocimiento fue otorgado gracias a la aplicación de tecnologías de bajo costo para resolver un problema tan complejo como las mutilaciones faciales.
¿Cómo trabaja Rodrigo Salazar Gamarra en Brasil?
En Brasil, Rodrigo Salazar Gamarra ha consolidado su misión a través de la ONG Mais Identidade, que ofrece atención gratuita a pacientes de bajos recursos que requieren prótesis faciales. La organización no solo atiende a personas con desfiguraciones por accidentes, sino también a pacientes que han sufrido mutilaciones debido al cáncer o a otras condiciones de salud. Gracias al trabajo de Salazar Gamarra y su equipo, se han podido crear soluciones personalizadas para muchos pacientes que no tenían acceso a tratamientos tradicionales.
El método desarrollado por Salazar Gamarra se basa en la toma de fotografías de alta resolución de las facciones faciales a reconstruir, para crear un modelo tridimensional del rostro. Luego, se diseña y produce digitalmente la prótesis, utilizando impresoras 3D y software de código abierto. Este enfoque ha permitido que el tratamiento sea más accesible, incluso en lugares remotos.
¿Por qué Rodrigo Salazar Gamarra eligió la odontología?
Aunque en su juventud Rodrigo Salazar Gamarra inicialmente pensó en convertirse en médico cirujano, descubrió que su verdadera pasión se encontraba en la estomatología, la rama de la odontología que estudia las enfermedades y trastornos de la cavidad bucal y la región maxilofacial. Fue en su etapa universitaria, cuando comenzó a trabajar en centros de salud y a realizar guardias médicas, que se dio cuenta de que su vocación estaba en la cirugía maxilofacial y las prótesis dentales.
Durante su maestría y doctorado en Brasil, tuvo la oportunidad de trabajar con pacientes que habían sufrido mutilaciones faciales, y fue allí donde surgió la idea de desarrollar un método que ayudara a restaurar la identidad de estas personas de manera accesible. La experiencia personal también fue fundamental, ya que la madre de Rodrigo fue diagnosticada con cáncer, lo que le permitió entender de cerca las dificultades que enfrentan los pacientes oncológicos.