En el año 2024, una nueva ley de reducción del Impuesto General a las Ventas (IGV) ha generado expectativas y preguntas entre diversos sectores empresariales en Perú. Con el objetivo de entender quiénes se beneficiarán de esta medida y cómo afectará al panorama económico, es crucial explorar los detalles clave de esta iniciativa legislativa.
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Beneficios de la reducción del IGV
¿Qué implica la reducción del IGV del 18% al 8%?
La reciente aprobación en la Comisión Permanente del Congreso establece una reducción significativa en la tasa del IGV para ciertos sectores específicos. Esta medida busca estimular la reactivación económica y apoyar a las micro y pequeñas empresas afectadas por la pandemia de COVID-19.
En particular, el IGV se reducirá al 8% para actividades relacionadas con restaurantes, hoteles y alojamientos turísticos, comprendiendo una tasa especial y temporal del 10% que incluye el Impuesto a la Promoción Municipal (IPM) del 2%.
Cronograma y vigencia según la SUNAT
La vigencia de esta reducción del IGV será desde el 1 de septiembre de 2022 hasta el 31 de diciembre de 2024. Es importante que las empresas beneficiarias cumplan con los requisitos establecidos para acceder a esta tasa especial, como un límite máximo de ventas anuales y la categorización como micro y pequeñas empresas según la Ley MYPE.
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Aplicación de la ley en sectores específicos
- IGV para restaurantes y servicios de hospedaje
Las empresas dedicadas a la gastronomía y a la hospitalidad podrán aprovechar esta reducción del IGV para mejorar su competitividad y atraer más clientes. Esto incluye desde pequeños restaurantes familiares hasta cadenas hoteleras que operan a nivel nacional. La medida también está diseñada para incentivar una mayor formalización dentro de estos sectores, contribuyendo así a la recuperación económica post-pandemia.
- Ley 31556 y su impacto en el sector gastronómico
La Ley 31556, implementada anteriormente para reducir el IGV del 18% al 8% en restaurantes, demostró que la mayoría de las grandes cadenas no trasladaron esta reducción directamente a los precios finales, beneficiando principalmente a los sectores socioeconómicos más altos. Este antecedente genera un debate sobre la efectividad real de las políticas tributarias dirigidas a las micro y pequeñas empresas versus las grandes corporaciones.
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Postura del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)
El MEF ha expresado reservas respecto a la nueva reducción del IGV, argumentando que podría beneficiar de manera desproporcionada a las grandes franquicias y cadenas, en lugar de apoyar significativamente a las micro y pequeñas empresas que enfrentan mayores dificultades financieras. Según cifras del ministerio, la aplicación de esta medida podría representar un impacto fiscal significativo sin necesariamente fomentar la formalización y el crecimiento sostenible del sector.
Economistas y analistas han señalado que las políticas tributarias deben ir acompañadas de medidas complementarias que aseguren una distribución equitativa de los beneficios. En el caso específico de la reducción del IGV para restaurantes y hoteles, es fundamental monitorear de cerca cómo estas empresas utilizan los incentivos fiscales y si realmente contribuyen al bienestar económico general.