Turistas se bañan en pozo petrolero abandonado en Tumbes creyendo que son aguas termales.
Según Convoca.pe, un grupo de turistas se baña en un pozo petrolero abandonado, del cual brota agua muy caliente, en Zorritos. Creyendo que son aguas medicinales y beneficiosas para la salud, esta zona pendiente de remediación, se ha vuelto un atractivo turístico en Tumbes.
Peligro en «baños termales»
De un tubo negro, situado al medio al modo de una pileta, brota agua muy caliente desde las profundidades del suelo. Por ratos, salen gases inflamables que se convierten en fuego. El agua discurre hacia una piscina contigua en la que los visitantes, en traje de baño, chapotean, creyendo que sus cuerpos están absorbiendo minerales saludables. Muchos no saben que se están bañando en un pozo de exploración petrolera.
En 1965 una empresa que figura en los registros estatales como GMP perforó esta zona con el objetivo de encontrar hidrocarburos. No se sabe qué halló, pero se fue del lugar sin tapar el agujero. En aquella época las compañías petroleras podían hacer y deshacer sin tener que dar cuenta a una autoridad ambiental. Los lugareños, sorprendidos porque del tubo manaba un chorro de agua de varios metros, lo convirtieron en un atractivo. El Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (MINCETUR) lo incluyó en el Inventario de Recursos Turísticos del Perú en la categoría de “sitios naturales”.
En el 2014, un equipo del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) visitó el pozo, recogió muestras del agua en la que se bañaban los turistas y las mandó a un laboratorio. Se encontró arsénico, un metal considerado cancerígeno, en una proporción que superaba lo permitido en 1708%; boro, otro químico, que sobrepasaba el estándar en 11989%; y bario, que superaba el máximo en 761%. En una escala de riesgos para la salud del 1 al 25, los inspectores le pusieron 25.
El OEFA catalogó el lugar como un pasivo ambiental. Según la ley que regula los pasivos ambientales del subsector hidrocarburos (Ley 29134), publicada en el 2007, bajo este concepto están incluidos “los pozos e instalaciones mal abandonados, los suelos contaminados, los efluentes [líquidos], emisiones [gases], restos o depósitos de residuos ubicados en cualquier lugar del territorio nacional, incluyendo el zócalo marino, producidos como consecuencia de operaciones en el subsector hidrocarburos, realizadas por parte de empresas que han cesado sus actividades en el área donde se produjeron dichos impactos”.
La Defensoría del Pueblo mandó una carta al MINCETUR informándole que había confundido un baño termal con un pozo petrolero. Retiraron el lugar de la lista oficial de sitios turísticos. Pero hasta hoy figura como un atractivo en la página web del Gobierno Regional de Tumbes. Y si no fuera por la pandemia, los visitantes seguirían nadando en sus aguas, corriendo el riesgo de quemarse con las llamas que se prenden cada tanto.
Vía Convoca.pe