El Jurado Electoral Especial ha puesto el dedo sobre la llaga e indirectamente está impulsando a los Movimientos y Partidos Políticos a plantear una estrategia inteligente, basada en propuestas concretas e ideas viables.
Hoy en día la “fórmula de ataque” no es otra que las anticampañas, para ello se recurre a todo tipo de artimañas, cuentas falsas y perfiles misteriosos con chicas sacadas de almanaque y con un afán inmenso de hacer amigos dentro del mundo periodístico.
Dentro de este espacio virtual, algunos también han optado por los memes, los cuales han encajado perfectamente en las anticampañas de los maquiavélicos asesores, que resultan estar más enterados de la vida de su competencia que la del propio empleador-candidato.
Los dedos de una mano sobran si queremos contar a postulantes que se dedican a proponer en vez de quejarse o lanzar la piedra y esconder la mano. Sin embargo, este juego político podría por lo menos reducirse si es que los piuranos adoptamos la cultura de una campaña limpia y de propuestas, la cual deberá imponerse aunque sea a punta de restricciones o sanciones.
La desventaja o punto en contra es que al existir un proceso sancionador de por medio, el anonimato en redes podría cobrar mayor fuerza, si es que los electores prestamos demasiada atención, compartimos o hacemos virales estas publicaciones.
Por eso es necesario exhortar a la población electoral a no dejarse manipular o convencer por “justicieros anóminos y cibernéticos”, pues ya sabemos que quien no da la cara es porque tiene mil, en a esos es en los que menos debemos confiar.