El Perú se indigna porque Paolo Guerrero fue sacado del Mundial, por un resultado adverso en un antidoping. Se molestan y salen a las calles porque las pistas no están rehabilitadas. Lanzan improperios contra el alcalde porque les amplió el Anillo Vial. Bloquean pistas porque no les pagaron los sueldos, protestan hasta los homosexuales porque no los dejan entrar en las discotecas o porque no pueden casarse entre ellos.
Pero…¿Quién sale a la calle a protestar porque están violando a nuestros niños? ¿Cuántos se indignan porque sus propios padres las torturan, las violan y las embarazan? ¿Cuántas marchas se han hecho en las calles porque los operadores de justicia siguen indiferentes ante la avalancha de casos sin resolver y la cantidad de violadores de sus propias hijas, nietas o sobrinas? En Piura, 83 niñas han sido abusadas sexualmente en lo que va del año, esto quiere decir que por semana 5 pequeñas son violentadas sexualmente, muchas veces por gente de su entorno; y eso que solo estamos contando con los casos denunciados. Porque seguramente en el barrio alejado, en el caserío de Tambogrande, o en el centro poblado del Bajo Piura, o en la comunidad de Ayabaca, allá donde no hay un centro de salud, no hay un local de la Demuna o del CEM o de la Fiscalía de Familia, el hecho de abuso solo lo conocen los vecinos, o tal vez los mismos padres. Piura, ¿qué estas haciendo por proteger a tus hijos. ¿Qué hacemos, qué no actuamos, que no intervenimos, que no nos indignamos? Hay que ganarnos el pleito, pero hay que hacerlo ahora, de lo contrario seguiremos siendo cómplices de la forma más cruel de violencia que se ejerce contra la infancia: la violación sexual, el robo de su inocencia, de su infancia.