Si bien la Policía hace denodados esfuerzos para hacerle frente al hampa, más ahora que se ha desatado una ola delincuencial con las autoridades locales también deberían de reforzar el Serenazgo y contribuir con la Seguridad Ciudadana.
No es posible que pese a que la población paga sus arbitrios, el Serenazgo de Piura ofrezca un servicio a medias por falta de personal. Pues, con la última purga de personal apenas quedaron 60 ediles para cumplir con las labores de seguridad en las calles.
En el caso de Castilla la situación aún es más crítica, dado que apenas cuentan con 49 agentes para atender a un distrito de 123 mil habitantes. En el distrito Veintiséis de Octubre la situación es para llorar, no solo por las unidades ‘chatarra´que prácticamente les fueron donadas, sino porque a la fecha solo disponen de dos camionetas para cubrir la atención de más de 200 mil habitantes.
Esta es la penosa y deprimente situación que afronta el Serenazgo en los distritos de Piura, de ahí que resulta importante destacar el trabajo que están haciendo algunas juntas vecinales en el distrito Veintiséis de Octubre, donde los vecinos se han agrupado para resguardar sus propias calles y así hacer frente a los constantes robos a mano armada, arrebatos y la venta y consumo de droga.
Ejemplos como estos deberían replicar las demás juntas vecinales por el bienestar y seguridad de todos, pero que ello no signifique que nuestras autoridades se sigan durmiendo en sus laureles sin hacer nada por la Seguridad Ciudadana.