Identificar a tiempo conductas agresivas puede evitar que se forme un potencial feminicida o maltratador.
Los elevados índices de bullying en colegios, las constantes noticias de denuncias de agresiones a mujeres y la violencia que ejercen los padres en los hogares, ayudan a que los niños adquieran patrones de conductas agresivas, que los lleven a sermás impulsivos y que piensen que la violencia es el único camino para solucionar los problemas.
Para el director del área de Sicología del Hospital Santa Rosa, Henry Palacios Litano, los niños copian e imitan conductas que observan en casa, como por ejemplo papá golpeando a mamá, gritos entre hermanos, y hasta el ambiente en el que el menor se desarrolla (barrio), también influyen.
“El permitir que llegue con cosas que no son suyas a casa o el simple hecho de no enseñarle a pedir permiso o una disculpa, ocasionan que el niño vea ciertas acciones como normales”, explicó.
OBSERVAR
Para identificar, si mi hijo puede llegar a ser un potencial agresor de mujeres o un feminicida, debemos analizar su comportamiento desde el hogar.
Si es constantemente agresivo, lo mejor es hablar con él o asistir a un especialista.
“Los padres piensan que ir a un especialista los dejará como malos padres, porque de ellos vienen dichas conductas, pero no siempre es así. La ayuda de un sicólogo o especialista es importante”.
Palacios Litano, indica que el carácter heredado (padre a hijo- madre a hijo) también es otro factor, pero que puede ser modificado, con una buena enseñanza, valores y respeto.
REFLEJO DE CASA
“El niño refleja lo que es su familia, si hay amor, será respetuoso, cariñoso y amable; pero si hay golpes, el niño entenderá que es lo normal”, agregó.
Si tu hijo presenta constantemente conductas agresivas, como lastimar al compañero, hermano o vecino, irracionalmente tener una cólera desmedida, herir con un lápiz o llave a un amigo, es un indicador que necesita urgente la ayuda de un especialista.
“No siempre el reprimirlo o castigarlo traerá que su cólera reduzca o se esfume, al contrario, su frustración es mayor y descargan en el colegio por ejemplo o en lugares en los que los papás no estén”, explica Palacios Litano.
Muerte
Finalmente, el especialista, asegura que de no controlar dichas conductas, entre los 15 y 16 años, se desarrollará por completo la personalidad del joven y será difícil de controlarlo.
“Nacen así los agresores de mujeres y posiblemente feminicidas”.