¿Tienes alguna enfermedad y temes contagiar a tu bebé? Conoce la opinión de los expertos con respecto a algunas enfermedades.
La lactancia es uno de los momentos más importantes durante el posparto. En esta etapa, crearás un vínculo con tu bebé y lo alimentarás con los nutrientes que su organismo necesita.
Una de las preguntas más comunes en dicho proceso es si la mamá puede continuar dando pecho aún cuando está enferma, no solo por el riesgo de contagiar al pequeño, también por los efectos secundarios de los medicamentos prescritos.
Aunque existen muchos mitos alrededor de este tema, lo cierto es que la lactancia materna es compatible con casi todas las enfermedades y tratamientos farmacológicos, pero hay algunas excepciones, según afirma el sitio especializado What to expect.
Lactancia y enfermedades
Padecimientos comunes
Las enfermedades infecciosas leves, como gripe, gastroenteritis, infecciones urinarias, colitis, etc., no representan un peligro para la lactancia, pues no afectan la producción de leche materna ni su composición, asegura la organización Medela.
«Amamantar estando enferma es una gran idea. La leche contiene anticuerpos que fortalecen el sistema inmune del bebé y lo protegen de virus y bacterias», dice Sarah Beeson, enfermera y visitadora sanitaria del Reino Unido.
Tuberculosis
Dicho padecimiento se transmite por el aire, por lo que el pequeño solo se contagiará si está expuesto al mismo entorno que su madre, argumenta la Academia Estadounidense de Pediatría.
En este caso, las mamás con tuberculosis no deben amamantar ni estar en contacto con el recién nacido hasta que hayan comenzado el tratamiento adecuado. Por lo general, es posible retomar la lactancia dos semanas después del diagnóstico.
Diabetes
La diabetes gestacional suele diagnosticarse a partir del cuarto mes de embarazo, subraya la organización La Leche League International. Al igual que las madres que están en tratamiento a largo plazo, un buen control de la glucosa es suficiente para amamantar sin preocupaciones.
Incluso, los expertos afirman que la lactancia maximiza los efectos positivos de la insulina en el metabolismo y ayuda a equilibrar los niveles hormonales. Suena genial, ¿no lo crees?
Hepatitis
Ningún tipo de hepatitis puede transmitirse a través de la lactancia, aseguran los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades. Sin embargo, cuando es categoría B, sí es necesario aplicar una inyección de inmunoglobulina al bebé.
De esta forma, evitarás que la enfermedad se desarrolle y podrás darle todos los beneficios de la leche materna.
Varicela
Contrario a lo que podría pensarse, es imposible que la varicela se transmita por medio de la leche materna. De hecho, como mencionamos anteriormente, ésta cuenta con los anticuerpos necesarios para proteger al bebé de este padecimiento y otras enfermedades virales.
No obstante, los especialistas de Parenting First Cry sugieren cubrir las erupciones con micropore o ungüento medicinal, para minimizar cualquier riesgo de contagio (el contacto con las ampollas sí puede contagiar la enfermedad).
VIH o SIDA
Dado que la leche materna puede contener VIH, las pautas perinatales de la Organización Mundial de la Salud establecen que las mujeres con este padecimiento deben evitar la lactancia.
Por su parte, la San Francisco AIDS Foundation recomienda alimentar al bebé con fórmula o leche materna almacenada. Aunque ambos estén tomando antirretrovirales, todavía existe el riesgo de un posible contagio.
Cáncer
Los Centros para el Tratamiento del Cáncer en América aseguran que muchas de las sustancias suministradas durante el tratamiento oncológico pueden transmitirse por medio de la leche materna, incluida la quimioterapia, los medicamentos hormonales y la anestesia. Por eso es necesario optar por otro método alimenticio.
Dejar de amamantar disminuye el flujo sanguíneo de los senos, factor que reduce su tamaño, hace que sean más fáciles de examinar y minimiza el riesgo de sufrir una infección en el tejido mamario.
Conocer todos estos datos te permitirá estar más informada respecto a las problemáticas que pueden presentarse en la lactancia.
Acude con tu especialista y platiquen sobre las diversas alternativas que tienen a su alcance, así te sentirás más segura y preparada para enfrentar cualquier adversidad. Tómalo en cuenta.
Fuente: Vix Mujer