La Virgen de Guadalupe ha conllevado que millones de personas de varios países se conviertan en devotos de la bella imagen, sin embargo, la mayoría de ellos no conocen realmente el motivo por el que se llama así y porque se celebra.
La Virgen de Guadalupe es considerada un símbolo en todo México. Se conoce que en la Basílica de Guadalupe, lugar donde se encuentra la imagen, y anualmente concentra a más de 7 millones de devotos donde muestran su fe hacía la ‘Morenita del Tepeyac’.
Además de las oraciones, el festejo en torno a la imagen de la Virgen implica color y música por parte de muchos fieles que acuden de diferentes partes del mundo para conmemorar su día.
Virgen de Guadalupe: ¿Cuándo se celebra?
Esta gran celebración religiosa se celebra cada 12 de diciembre en la Ciudad de México, donde reúne a más de miles de devotos.
El Papa Clemente IX instauró esta fecha en 1667 como el día en honor de la Virgen de Guadalupe. Sin embargo, fue hasta 1824 que el Congreso de la Nación lo declaró como fiesta nacional.
LEE TAMBIÉN ? Bono ONP 350: link para consultar y fechas de pago
‘Morenita del Tepeyac’: ¿Qué simboliza la imagen?
El Instituto Superior de Estudios Guadalupanos señala que los nombres María y Guadalupe simbolizan armonía, unidad, su identidad y “al entregar su nombre a Juan Bernardino, el tío anciano de Juan Diego, ella se entrega al pueblo, pues el anciano representaba la raíz, la verdad, la sabiduría y la autoridad del pueblo indígena; con ello, nos entrega a su hijo Jesucristo”.
Por lo que el Papa Francisco ha descrito a la Virgen de Guadalupe como “mujer, madre y mestiza”.
¿Cuál es su historia?
Un sábado de 1531 a principios de diciembre, un indio llamado Juan Diego, iba muy de madrugada del pueblo en que residía a la ciudad de México a asistir a sus clases de catecismo y a oír la Santa Misa. Al llegar junto al cerro llamado Tepeyac amanecía y escuchó una voz que lo llamaba por su nombre.
Él subió a la cumbre y vio a una Señora de sobrehumana belleza, cuyo vestido era brillante como el sol, la cual con palabras muy amables y atentas le dijo: «Juanito: el más pequeño de mis hijos, yo soy la siempre Virgen María, Madre del verdadero Dios, por quien se vive. Deseo vivamente que se me construya aquí un templo, para en él mostrar y prodigar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa a todos los moradores de esta tierra y a todos los que me invoquen y en Mí confíen. Ve donde el Señor Obispo y dile que deseo un templo en este llano. Anda y pon en ello todo tu esfuerzo».
De regreso a su pueblo Juan Diego se encontró de nuevo con la Virgen María y le explicó lo ocurrido. La Virgen le pidió que al día siguiente fuera nuevamente a hablar con el obispo y le repitiera el mensaje.
Esta vez el obispo, luego de oír a Juan Diego le dijo que debía ir y decirle a la Señora que le diese alguna señal que probara que era la Madre de Dios y que era su voluntad que se le construyera un templo.
Entonces el indio le pidió la señal que debía llevar al obispo. María le dijo que subiera a la cumbre del cerro donde halló rosas de Castilla frescas y poniéndose la tilma, cortó cuantas pudo y se las llevó al obispo.
Una vez ante Monseñor Zumarraga, Juan Diego desplegó su manta, cayeron al suelo las rosas y en la tilma estaba pintada con lo que hoy se conoce como la imagen de la Virgen de Guadalupe. Viendo esto, el obispo llevó la imagen santa a la Iglesia Mayor y edificó una ermita en el lugar que había señalado el indio.
Síguenos en nuestras redes sociales:
- Facebook: @lahoradepiura
- Twitter: @lahoradepiura
- Instagram: @lahoradepiura
- YouTube: @diariolahorapiura
- TikTok: @lahoradepiura