Venezuela ha sido calificado como el país más peligroso en el mundo por segundo año consecutivo, según una encuesta de Gallup, cayendo por debajo de países en conflicto como Afganistán o Sudán del Sur, en términos de percepción de seguridad.
El criminólogo, Luis Isquiel, considera que la corrupción de funcionarios y la falta de voluntad del gobierno inciden en el elevado índice de inseguridad.
“De nada sirve que tengan leyes y no las hagan cumplir”, enfatizó.