Se ha vuelto un mal hábito de irresponsables vecinos lanzar la basura a las calles o dejarlas en las zonas destinadas para áreas verdes; no hay una sola avenida principal tanto en Piura, Castilla y Veintiséis de Octubre donde no se observe montículos de basura y desmonte. Y ni hablar de los drenes que también están colmatados de basura y desmonte que los propios vecinos arrojan y que cuando se anuncia lluvias, salen a pedir que se limpien cuando a lo largo del año se han dedicado a llenarlos de basura.

Si bien no existe en estos tres distritos un eficiente recojo de los residuos sólidos, la población tampoco contribuye para evitar estar inundados de basura por doquier. Ahí está el reciente megaoperativo de limpieza realizado en Los Polvorines, donde la comuna octubrina con mucho esfuerzo llevó a cabo, pero que ya está nuevamente colmatado de basura.

De allí que lo único que queda a la Municipalidad Distrital es aplicar la ordenanza municipal 22 del 2016 que establece multas a los vecinos infractores, pues no solo están atentando contra el ornato, sino que están poniendo el riesgo la salud de toda la población y de ellos mismos.

Ya es momento que las municipalidades, no solo la de Veintiséis de Octubre ponga mano dura a los malos vecinos, sino también el resto de municipios, incluso otras instituciones que velan por la salud de la población, pues no olvidemos que estamos ante un riesgo inminente de que se desate una epidemia de enfermedades por la propliferación de basura. Las autoridades tienen la palabra.