El común de todos es que aprendamos de nuestros errores, que cada tropiezo sirva para corregirlas en experiencias posteriores; sin embargo, con el presidente Pedro Castillo no pasa lo mismo.

Su falta recurrente ha sido la mala elección que tiene a la hora de designar a los miembros de su gabinete, y aunque ha tenido constantes modificaciones, no termina de entender que el titular o representante de un sector no solo debe ser una persona con una moral prácticamente intachable, sin denuncias o sentencias, ni haberse visto envuelto en actos de corrupción; sino sobre todo que sea una persona capacitada en el área, que conozca, que haya hecho gestión en este campo, que sea reconocido por los principales actores.

Pero sobre todo y por lo menos, que haya hecho la carrera del área en el que se le requiere. El caso del ministro de Agricultura, Fernando Arce, ya es la gota que derramó el vaso, parece que fuera una burla a las tantas veces que se le ha cuestionado su poca capacidad para designar un buen representante en los cargos públicos. Pero no solo una burla, sino que está poniendo en riesgo la seguridad alimentaria de todo el país.

Estamos a puertas de una crisis alimentaria, ya habido una advertencia lamentable sobre una escasez de alimentos a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania, esto sumado a la crisis económica con la que cargamos. Y a Pedro Castillo no se le ocurre mejor idea que colocar a un inexperto, sin ningún tipo de conocimiento ni gestión en el sector Agricultura. De ser así, lo más probable es que en el Perú, la crisis generará más problemas que en el resto del mundo; y no sería nada raro que los paros agrarios se hagan más frecuentes.

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